miércoles, 23 de noviembre de 2011

Oscuridad

La noche es negra como la pez. Sólo se ven algunos puntitos luminosos desde la ventana, el resto es negrura como si un murciélago gigantesco con sus alas abiertas cubriese el cielo. Y hace un frío gélido, glaciar, que empapa hasta el tuétano de los huesos. Esta es mi noche -dice algún criminal- Es noche de malvados, no me extraña que el boggart me quite más de un cigarro. Justo a esta hora en la que canta el gallo.
Mis criaturas aún duermen en un rincón de la buhardilla, mientras me hago el café en la cocina. Hay un silencio sepulcral, idóneo para la lectura. Yo diría que la obra Frankenstein es más bien un drama que terrorífica. De El sabueso de los Baskerville o El extraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde, de Conan Doyle y Stevenson respectivamente, sí se puede decir que son de miedo. Pero, en cualquier caso, es cuestión de gustos.
Si alguien que tuviera muy poco tiempo para leer me dijera que le aconsejase varios relatos de tres páginas, más o menos, de terror, sin duda le diría: El corazón delator (o revelador, según editoriales), de Poe, el grabado en la casa, de Lovecraft y el tic o el miedo, de Guy de Maupassant.
¡Qué negror! Desde mi ventana no se ve lo de alrededor. ¡Vaya locura! Un hada muerta en mi basura. El boggart debió de perder la cabeza en apuestas anoche.
Los tentáculos de la televisión te atrapan igual que un Kraken hacia su mundo de idiotez. He escuchado a Javier Krahe decir que la tele coloca. Y es verdad.
Leí hace años en una revista de divulgación científica que el cerebro está más activo cuando duermes que cuando ves la televisión.
Oscura como el ónice, onerosa blasfemia cual letanía a Dionisio, nada más diré de esta noche execrable en predominio, herética noche.
En honor a mi amigo Alfredo (cuya sapiencia yo no alcanzo, es director de cine y bueno) hablaré un poco sobre el séptimo arte y E. A. Poe: El director Roger Corman se encargó allá por los años sesenta de llevar al celuloide los cuentos de Poe, casi siempre con el actor principal Vincent Price (bastante bueno, en mi opinión) Creo que he visto todos en versión original y me gustaron. Hace poco estrenaron Soy leyenda, basada como no podía ser de otra manera en una novela, homónima. Muchos creen que la primera versión es la de Charlton Heston, pero no es así. La primera versión, en blanco y negro, que la tengo en original pues me la regalaron unos gnomos, se titula El último hombre vivo en la Tierra y la protagoniza Vincent Price. Es en blanco y negro y está muy bien.
Ya la cortina deja pasar claror. Ya los duendes saltan en mi colchón. Ora un paladín empalmado se despereza, ora las hadas despiertan de su sueño profundo. Pronto manejarán sus husos propagando en hebras de platino y diamante los haces del día neonato, del mundo que nace.
El incensario, entre tanto, espeta sardónico su bruma magna. Y el soplo bermejo del horizonte anuncia que mis náyades se desperezan como en una serendipia.
Cualquiera diría que ha nacido el día, de lustre en contraste con la tersa noche, templado en tono contra la yerma noche, anacarado y beis...
¡Cuán presto pasa el tiempo! La apóstrofe noche en su lugar a dado un día calmado.

Acabo de ver al boggart cabalgando sobre mi perrito, quería nada más y nada menos, el muy bandido, jugar al póquer con el demonio de Dartmoor y el Dullahan. ¡Nos ha jodido!
En cuanto a ninfas, ya le he dicho que hay féminas sagradas como Marilyn Monroe o María de Magdala.

Por cierto, el logotipo de google de hoy y jueguecito es un homenaje a Stanislaw Lem, importante escritor de ciencia-ficción.

El vórtice de la tarde se enjuga los ojos cual recién despierto infante. De nuevo de noche. Los días son muy cortos. Aunque yo, el búho despierto, exprimo más la nocturnidad.
El paragüero no para, epígrafes de tormentas...