domingo, 10 de junio de 2012

Equinoccio


Hoy es noche de constelaciones sobre un tapiz de cobre, el portón de las estrellas es media luna nervuda, sombras de primavera salobre, en donde el aire trae azahar que el ambiente perfuma… Abro la ventana y el incienso floral se cuela por todos los rincones, sátiros faunos, desafiando la ley de la gravedad, demostrada por dragones, hacen saltos y cabriolas en vendaval, otros pulsan violines azules de mar, conchas de cristal sueltan sus ecos al viento lunar, y se diría del cielo es una red invisible de perlas alrededor de la Tierra.

Chispas de otros mundos, suerte de otros universos, marcan los pergaminos sus sinos, y cantan las diosas sus versos, de equinoccio ya plenos. Escamas metalizadas de seres de luz, papel cuché destellante de cielo, perlado de luces titilantes y estrellas fugaces, en memoria de los hados, de las hadas y los magos… Cojo un fósforo y prendo a la par el farol e incienso de rosas, y entre otras cosas, se ilumina el bosque camaleón en todo su esplendor, gama infinita de verdes, caballitos de mar, diminutos seres de aire, arroyos de oro líquido y efigies de sal, y más allá, las siluetas de las sabias sibilas perfilándose en las colinas, musicales burbujas fucsia, abanicos de mutaciones de seres cada vez más lindos…