miércoles, 29 de julio de 2015

Ternuras


Quiero ser el rocío que besa tu labio,
ese pétalo que late del Sol al rayo,
la nube cuya gota alcanza tu pestaña,
y te despereza deshaciéndote la legaña,
el aroma en flor que respira tu pulmón,
y el calor que en tu piel excita sudor.


¡Oh, Dulce lluvia de verano, ternura violácea!
¿Qué puedo esperar de tan poca esperanza?
¡Ay, Rostro angelical, venido de Venus!
¿qué más puedo desear si ya sé donde paras?


Mi tinta es mi misma sangre derramada,
mis versos son todos los besos que te daría,
guardiana y princesa entre mis hadas,
sabe Dios que sin ti de ambos nadie quedaría.


Cual un niño, anhelo tus cuidados infinitos,
Tus curas, como un anciano que se deja hacer,
Tu voz, a juego con tus tiernos modos benditos,
Mi ser entero sea entregado a todo tu ser.


Mariposa de alas escarlatas y rubíes,
dulce boca, carantoña en las albas cuando ríes,
cordura de mi mente loca y desaliñada,
juego de este poeta y su mimosa hada.


Es tu sencillez lo que te hace ser una dama,
Es tu templanza un don para este que te ama,
Son tus modos benditos los de una geisha,
Y es tu existencia el Cielo en la madre Tierra.