viernes, 3 de febrero de 2012

Mudanza (días atrás)

Despierto en la habitación de mi abuela, desde la cocina contemplo el amanecer mientras me hago el café, arrecife de algodones rosa extendidos sobre una bóveda de diamante azul claro. Temprana estampa que ilustra el nuevo día, maravilla de poetas, echo un ojo a mi buhardilla, vacía y yerta, curadas las grietas con masilla, sólo falta pintarla color crema.
Instalado en el salón, enciendo la tele, mi abuela duerme, el listo de Mandolino donde más calienta, junto al calefactor, a los pies de mi abuela, yo dejo volar la pluma adonde quiera. Rodeado de cajas y almohadones, ¿ladrará hoy de nuevo Mandolino a los pintores?
Música clásica ambiental, finales de Enero, el reloj me volvió a hipnotizar junto a las dulces baladas de Morfeo. Gracias de rosas rojas al oráculo de Delfos -guiño.
Amarillean de espejos ya las ventanas de los edificios, oro blanco puro, más brillo, alma de sol propagada, puntos de purpurina, bostezo de la mañana.
Mar de sol y océano claro de cielo, luengas palmeras tras el colegio, juego de roles del verso, mediodía pleno.