lunes, 31 de agosto de 2015

7ª Carta amatoria para Ruth



Me tiene vampirizado en una clase de hipnosis amatoria que me hace destilar deseo y más deseo, plumear poemas por cada poro de mi piel, rezumar vida desde este cascado corazón sin coraza ya, que no sabe cuándo la verá aunque cada vez falta menos, y cuanto menos, más ardo yo en carne viva, como mil diablos enloquecidos retorciéndose de dolor en una quema, ¡Ay, mi amada!, y sin saber nada de la elegía ella, tan inocente y tan bella, ausente de mis rimas y mis lamentaciones, de mis sudores, mis pudores... Pronto, muy pronto, estos ojos la verán y la larga espera habrá valido la pena.

Quiero ser tu desvalido preferido, la lente de tus Iris, para no dejar de verte, huérfano de suerte, ¡Ay Ruth, mi cruz!, ¡Ruthopía, mi cara del día!, Sol de todas las estrellas, si ardes en mí cual damisela más bella, déjate colorear por mis versos y acuarelas, que tu lindos brillos son mis tiernos guiños y mis dedos sólo saben hacerte estribillos, ¡Ay Ruth, no sé qué haré cuando te vea!



miércoles, 19 de agosto de 2015

6ª Carta amatoria


Gástame, desgástame antes de que me carcoman los demás seres de este mundo que me importan bien poco, me han defraudado tanto que no apuesto ni un pelo por nadie de este asqueroso mundo, pero por ti... Ni siquiera es sacrificio morir; morir no es nada, doble Luna llena azulada, sortilegio de las hadas; por ti me bato en duelo con el escorpión, me juego pellejo y corazón, y luego muero por los dos... ¡Ay! ¿Qué no haría yo por vos?

Pace en mí, campea por mi alma ajada de abisales desamores cicatrizados, salta las acacias de las que no pude complacerme, mécete en las fragancias puras  de las diosas que sí me amaron, y arremolínate en sus sueños como en los cabellos dorados de un ángel sobre blanquísimo corcel de diamante a la luz de la Luna, escucha la brisa suave que caracolea en sus crines tonos de afecto y pasión, mientras giran las estrellas del firmamento en caleidoscópicos juegos sin igual de luz y color sobre terciopelo violáceo; yo te siento dentro de mí igual que una paloma de hermosas alas inmaculadas desperezándose de la vida al sueño plateado de querernos, fusionados en un mundo sin dimensiones ni barreras, sin límites ni comprensión, en la más absoluta paz del corazón.

Eres tanto que tanto te amo,

Y, quizás de ser posible, ni siquiera te hubiera amado...

jueves, 6 de agosto de 2015

Unimente (Poema líquido)


No puedo descansar de ti, necesito inyectarme tinta; ya sé que son pobres aproximaciones, pero al menos la plasmación sagrada de tu nombre se torna en algo vívido para mí. Hoy creo que voy a necesitar un "rescate de hadas" para poder conciliar el sueño, pues tengo múltiples asuntos en mi cabeza. Mas sólo uno en el corazón, mi bella, el que por ti reza. ¡Ay, mi amada! Si sólo una gota de tu sudor en mi labio inferior despeñara, si una sola en mi lengua acurrucada retozara...

 Ahora más que nunca creo que las yemas de tus dedos son pétalos de rosas que me rozan en un duermevela; en este estado semiconsciente yo soy la brisa suave que lame tu cáliz, y flotando ligera asciende el monte de Venus para arremolinarse en un ovillo de paz en tu ombligo de azúcar de pan, y volar descansada hasta tus senos de agua de fresa y saborear sus jugosas aureolas de nata, en éxtasis gozar de tus axilas de sabor inefable, antes de llegar a la nuca, donde los sentidos de nuestras médulas, ya fusionados, se combinasen en una Unimente, nuestras lenguas entrelazadas en una, y nuestros cuerpos fuesen un solo ser con dos corazones latiendo por una misma causa.