Trina
la tarde de Mayo en coral, con sus grillos de vida sonidos, el verde magno de
la natura y el palmeral, bajo un sol prematuro de verano bienvenido, que regala
luz y azul marino. En pose delicada descansa Mandolino, como un niño, a través
de los haces de luz del ventanal, cierra un ojo y se me antoja un guiño en
idioma animal, la primavera es la catedral… Contemplo la cajita de música, a
través de sus puertas adamantinas gira y gira eternamente la bailarina,
mientras Mandolino rebusca su reflejo angelical en el espejo vertical.
En esta buhardilla se almacenan mis pensamientos, a diario, para que alcancen la luz...
viernes, 31 de mayo de 2013
lunes, 27 de mayo de 2013
Égloga
Como
sucinto proemio del día, los haces del Sol han agotado todos los surtidores de
pétalos de rosas y rocío, irisaciones impensables arrullando a Mandolino, y en
el bosque camaleón refulgente y dorado va el río…
El
incienso hoy son aros concéntricos de leche mansa junto al helecho, la magia es
Mandolino jugando con los hados, liban satinadas mariposas lilas de sus labios,
que esmaltan de cielo claro en forma de trío.
El
velero de la vida proyecta una verdadera égloga sobre las bucólicas fuentes de
la impresora, que desde la cristalera el Sol dora, para que nazcan todas a una sobre
alfombra de jazmín mil palomas. Velero, que buscas faro entre neblina y
gaviotas, que sabes de la canción de los delfines las notas y sus destellos al
salto son trovas… ¡Ay, velero de la vida!, que ves desgracias y alegrías, y
surcas sereno hasta tu postrero moridero. ¡Ay, faro!, que a todos guía, deja
tus huellas, aunque sea en alborozo de feria y deleite de viveros de sicómoros
y de ninfeas, y ya en la noche colorea el jardín, al margen de la luna el salmo
vil, de carruseles magníficos de unicornios alados, azules crines, cuernos
níveos y morados…
viernes, 17 de mayo de 2013
La gárgola
Despierto
con Vivaldi… Corro la cortina y aún es de día, tan tarde, el cielo arde, el
astro rey baña por completo la ciudad, que se diría inundada de oro puramente
líquido…Estampa brillosa inefable, creada quizá sólo para la contemplación.
La
gran bola de fuego refleja sus potentes rayos sobre una gárgola bruñida que
vela mis trastos, y ésta me muestra en verso ya la puesta.
Ya
se apaga el día y los grillos tararean las elegías, tapa levemente el Sol la
cortina, haciendo de él un ente que se disipa… Y el cielo parece agua de
diamante que engarzara los jardines del mundo, con sus vastas nubes ribeteadas
de vetas de luz cegadora… No creo que haya habido otro momento del día con más
potencia de luz que este último suspiro del Sol antes de expirar en la lejanía.
Ahora
es un Océano inmenso y enormes ballenas por nubes añil flotan a lo lejos…
Entretanto, mi abuela resolviendo sus tareas y yo afanado en el tintero. El
bosque camaleón bullendo y el farolillo enciendo, se muestra el mundo a mi
alrededor, la liana de ovoides translúcidos cristalinos que cuelga de mi
vitrina de libros, la rana de plastilina con el puro en el anaquel más oscuro,
las deidades de plata haciendo yoga alrededor de un caleidoscopio escarlata…
pero vuelvo a la ventana, para poder contemplar la cotidiana escena de fuegos
artificiales que supone encenderse las ventanitas en todos los hogares.
lunes, 13 de mayo de 2013
Escapada
Escapada
a la aldea de mi abuela, sentado frente al grabado, azuzo la chimenea, que
pugna contra el frío de afuera. Es de noche en el monte y el tiempo hiela. Pero
dentro, el calor del hogar, los cuadros, casi todo artesanal, el arco que da al
salón en la pared del mural, curiosos utensilios añosos… ¡Chimenea, chimenea!
¡Que la llama se menea! Otro fardo de leña… Y renace, y se eleva. Llamas
bravas, verdes, azules y ámbar, ¡por otro capazo de leña!, mil diablillos
danzando, apareciendo y desapareciendo, sobre el tronco incandescente que se
deshace en brasas rojas, granas y naranjas, gemas de luz casi cegadoras,
arrecifes de coral de nácar, ¡chimenea, chimenea! ¡que la llama se menea!, y
crea placas de fuego desmoronando en fruto la dura madera, potente chimenea.
¡Otro fardo de leña! ¡que la llama se menea! Y su fragor se transforma en
estrellas fugaces contra el cristal
achispado, grietas volcánicas, transparencias violáceas, cometas amarillos,
espermatozoos…
miércoles, 1 de mayo de 2013
Tarde primaveral
Los
canes duermen la siesta a mitad de tarde, cuando no están a la fresca, lindos animales,
alegran grandes escarabajos escarlata montados por goblins desde el bosque
camaleón, bailando en elipses imposibles por toda la habitación. Ciclo de la tarde
fortuito, ensayo de enanos y atletas de circo. Anfiteatro del otro lado del
trato. Por la ventana miro, cual un gato, y el retrato es un cielo limpio y
algodonoso, venoso por los surcos naranja de los pájaros de metal, pompas
musicales emanan ingrávidas desde el colegio, claves de Sol destellantes, cabellos
de sueños de princesas radiantes, corceles flamantes en imágenes hipnagógicas,
criaturas fuera de toda lógica, sacerdotisas vestidas con prisa de seda
turquesa, salamanquesas azul y fresa, coleópteros gigantes de enormes ojos
metalizados y reticulares, trino divino de pajarillos vespertinos, explosiones
de flores, dunas doradas en el arenal, cálida crisálida de una hermosa tarde
primaveral.
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