martes, 29 de mayo de 2012

Dos mundos


Duermevela de Venus, dientes de sable felinos abren en un trino la pared como un telón, para dejarse ver el reino del bosque camaleón en todo su esplendor… Luces que no son de este mundo me ofrecen los detalles del otro, cerezas engarzadas en lianas de nata, enredaderas escarlata, hermosos troncos milenarios, amarillas sus venas, violeta su savia, peces voladores de un solo ojo, verdes coleópteros vagarosos, avecillas cubiertas de una aureola añil y rosa, y encima de mi pitillera, un goblin bueno recoge setas, criaturas traslúcidas de conchas azules se arrastran por la exuberante flora de infinitos colores, fosfóricos bichos dando saltitos, imperio de las flores, de sempiterna vida nutrido… Y el trazado de los espectros del suceder me traslada ahora hasta la impresora, donde una ofrenda floral en el estanque de acicalados cisnes muestra su esbeltez… En el boscaje comienza a amanecer, mientras extraños roedores señalan la otra pared, donde la huella de la pantera violeta dejó otra grieta, membrana dimensional a mi parecer, que con fe en las armonías, abre otra parte del reino ya de día.

Claros de terciopelo, seres raros de cierto pelo, constelado el cielo encarnado, va naciendo el día entre neblina, hoy el tiempo es nublado. Me sumerjo en el bosque del otro lado, y me baño en sus florestas de fábula y sus oasis de ficción, se me cruza una princesa perseguida por un trol, pájaros bermellón a pares, dulces aves, arboledas con garras tras hechiceros convertidos en ranas, caen grandes pétalos azulinos sobre dos duendecillos, tan pronto es de día como de noche en este bosque, brillan amarillas plantas membranosas, juncos de luz, brotes de ovoides crisálidas luminiscentes en las ramas, esferas naranja por tallos, gusanos con ojos por plantas, mientras un globo aerostático, por gnomos construido, pasa demasiado cerca de un ogro el oído, verdor en todo su fulgor, escarabajos carmín montados por seres imposibles, entelequias hechas vida, bello hábitat en pleno hervor, mariposas semivisibles, el segundo bosque también es poesía.