viernes, 20 de enero de 2012

Zanco Panco

Cae en añil el ocaso mientras vacío el cenicero, vuelan los fantasmas del pasado hacia otros versos, los cactos riego, la pagoda bermellón, diosas del cielo, Golem de la noche y medallón, ensueños y desvelo… Meigas de mermelada me encienden el farol, Mandolino ya está durmiendo, anaranjado el cielo casi rojo, dejo el juego de rol, que me estaba aburriendo un poco, pitonisas con prisas en la televisión, y por el día culebrones, cuales llamaradas de grotescos dragones; aquelarre y fogones, hechiceras y magos vagos, fuegos fatuos y estatuillas de marfil en derredor, el códice de los hados me enciende la chimenea, moscas turquesa de neón sobrevuelan la estancia con gracia, Zanco Panco se menea, elipses de hadas nereidas con collares de esmeraldas, junto a la impresora los gnomos recuerdos atesoran, peces de guirnaldas ondulan en el agua, al lado un sabio tallado en caoba, desgastado y con una pieza rota, arcángeles irisados hacen sonar sus notas...
Tokio de noche, enjambre de luciérnagas, Egipto de día, pirámides del mundo maravilla.