lunes, 26 de diciembre de 2011

Ofrendas

Amanecer celeste añil y puntitos ámbar, perfil de manta tersa, mano negra de tahúr persa, la noche corre sus velos, espumoso azul el cielo inmenso. Estrellas de peces mansos en el acuario, enjambres de libélulas escarlata dibujando la espiral de la ciudad, que ya es acuarela dorada. Sonrosadas nubes efímeras, hilos de plata, venas del día que avanza, palmerales de oasis, el colegio, detrás las fábricas, un ave grácil en lontananza…
Algodones rosa sobre amatista, rojas pasiones de artista.
Después de las ofrendas a Merlín y a Delfos, despierto del mundo onírico bajo mi cuadro en honor a Lesbos, Laura y su prima en la playa, desnudas de espaldas contra las olas y la espuma, rolliza la una, culona la otra, haciendo travesuras.
En el anaquel la flora de Poe, política en la telebasura, el farolillo que llamea sobre un libro de Defoe, de mis cactus su verdura, fragancias de aloe…
Incienso de trasgos y pienso en los trastos, la caja chinesca con mis juegos de ingenio, sorbo con fe el café a tragos, cantautores al calor del frío invierno.