No puedo
descansar de ti, necesito inyectarme tinta; ya sé que son pobres
aproximaciones, pero al menos la plasmación sagrada de tu nombre se torna en
algo vívido para mí. Hoy creo que voy a necesitar un "rescate de
hadas" para poder conciliar el sueño, pues tengo múltiples asuntos en mi
cabeza. Mas sólo uno en el corazón, mi bella, el que por ti reza. ¡Ay, mi amada!
Si sólo una gota de tu sudor en mi labio inferior despeñara, si una sola en mi
lengua acurrucada retozara...
Ahora más que nunca creo que las yemas de tus
dedos son pétalos de rosas que me rozan en un duermevela; en este estado
semiconsciente yo soy la brisa suave que lame tu cáliz, y flotando ligera
asciende el monte de Venus para arremolinarse en un ovillo de paz en tu ombligo
de azúcar de pan, y volar descansada hasta tus senos de agua de fresa y
saborear sus jugosas aureolas de nata, en éxtasis gozar de tus axilas de sabor
inefable, antes de llegar a la nuca, donde los sentidos de nuestras médulas, ya
fusionados, se combinasen en una Unimente, nuestras lenguas entrelazadas en
una, y nuestros cuerpos fuesen un solo ser con dos corazones latiendo por una
misma causa.
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