jueves, 23 de julio de 2015

Algún día


Preso de la noche, mi alma completamente libertina goza de una anarquía total rozando lo pernicioso, pero es que soy un búho, no un hombre, por mucho que se empeñen en borrarme ese estigma grabado a golpes de fuego. Y por aquí ando, leyendo proverbios y escuchando blues relajante; dejado de la mano de Dios y empapándome de noticias del facebook. Pero yo sólo pienso en ella, en mi Musa, en mi Dulcinea, en mi Ofelia, en mi Julieta, en mi Amor... en Ruth. ¿Qué estará haciendo mi ángel ahora? ¿Se hallará cuidando desvalidos en el Parnaso? ¿Habitará en su hogar? Solamente anhelo verla y que me sonría para inyectarme vida; necesito su vida para llenarme de néctar de Dios; oír su voz para que los violines del Mundo giren en mis oídos hasta sentirme de nuevo vivo; sus gafas que me saquen del los avernos para vernos, y que mis miradas le toquen y le acaricien el Iris, los pómulos, los labios, hasta las palabras para que me expulse de la Gehena en que ahora sueño con ella.
 Aunque me cueste sangre, prometo que te he de ver, Ruth, pues toda mi sangre es la apuesta por tu alma, amor, y mi plasma no es sino la limosna por tu bello cuerpo, mi ternura infinita del corazón, diástole de mi pensar, no sé cuando ha de llegar, princesa, fecha esa que ya está cerca y será especial, querubines habrán de cantar y diosas pulsar la lira, mi bella divina, en todos los tonos que el firmamento ofrezca a los humanos, estelas púrpuras y silfos dorados, azulinas brisas en tus mejillas y rojo pasión por tus sonrisas, tu piel de miel purísima, y por cada parpadeo un surtidor de flores de mil colores, que viniese a llover sobre nuestros cuerpos henchidos de alegría y purpurina, miríadas de pájaros centelleando verdes, morados, amarillos... Y el Sol abriéndose en gajos para ambos en un amanecer jamás visto por humanos.
 Eres el mayor de mis deseos, la Diosa que me colma de felicidad, un amor sin precedentes, esa musa que es mi aliento al respirar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario